La propuesta es el resultado del estudio de los condicionantes del entorno. La protección solar y frente al viento son prioritarias en un edificio público y muy expuesto. Otras consideraciones de carácter subjetivo como las vistas al mar han sido clave a la hora de tomar decisiones proyectuales.
La rigidez programática condiciona el proyecto obligando a utilizar la totalidad de las plantas bajo rasante y la planta baja. Los tres niveles superiores tienen mayor libertad debido a la reducción de usos y superficies útiles. La forma definitiva de la envolvente es el resultado de la adaptación a los requerimientos urbanísticos de alturas de fachadas. El movimiento de la cubierta implica la adaptación de los niveles, y crea un atrio interior claramente relacionado con el entorno. Un edificio extrovertido que voltea la tipología tradicional de juzgado.
La distribución de las comunicaciones verticales responde a la relación del edificio con la futura plaza que define el acceso público. La fachada opuesta ligada a la calle República de México, se destina al acceso de funcionarios. Estos dos núcleos de conexión vertical son el fundamento del sistema de recorridos del edificio. El núcleo restringido, paralelo a la calle República de México, es el encargado de distribuir a los funcionarios. Perpendicularmente se sitúan los accesos a las oficinas comunes y el pasillo privativo para jueces y fiscales. De esta manera se consigue limpieza en los recorridos y se controlan los grados de privacidad.
Marzo 2018